El nombre de Cecilio figuró dentro de la lista de periodistas y activistas que fueron víctimas de espionaje por parte de la administración de Enrique Peña Nieto a través del malware Pegasus.
Los sicarios fueron por Cecilio Pineda Birto mientras descansaba en la hamaca de un autolavado, esperando a que le lavaran su camioneta; horas antes el periodista había acusado en una transmisión en Facebook Live que la policía y los políticos priístas de Guerrero estaban confabulados con un capo violento conocido como “El Tequilero”.
El 2 de marzo de 2017, Cecilio relató en vivo la situación de profunda inseguridad en Tierra Caliente; “Va a seguir habiendo muertes puesto que no quieren actuar como debe ser… Y la mera verdad, sí llama mucho la atención por qué no quiere actuar el gobierno (de Héctor Astudillo) sabiendo que hay sicarios de ‘El Tequilero’”, dijo durante lo que sería su última transmisión.
Horas después, el periodista de 38 años, director del medio La Voz de Tierra Caliente y corresponsal de El Universal, fue asesinado a sangre fría mientras esperaba su camioneta en un autolavado.
Cecilio era un reportero con amplia trayectoria. Durante el gobierno del priísta Héctor Astudillo en Guerrero, el periodista señaló abiertamente la falta de voluntad política que existía en la entidad para terminar con la violencia del crimen organizado.
En diferentes ocasiones fue víctima de agresiones por parte de la administración local, por ser un periodista crítico que cuestionaba los crímenes en una región azotada por la violencia.
Semanas anteriores a su asesinato, Cecilio había recibido una serie de amenazas de muerte anónimas. El periodista sabía que la rama del periodismo que había elegido, la policiaca, lo colocaba en gran riesgo. Cambiaba con frecuencia el número de su celular porque temía que tanto su integridad como la de su familia, pudieran verse comprometidas.
Tiempo después se dio a conocer que el nombre de Cecilio figuró dentro de la lista de periodistas, activistas, defensores de derechos humanos y líderes sindicalistas que fueron víctimas de espionaje por parte de la administración de Enrique Peña Nieto (2012-2018), a través del malware Pegasus.
Hoy, una élite periodística conformada por una serie de ‘líderes de opinión’ que a diferencia de Cecilio y otros tantos periodistas, jamás pisan las calles y por el contrario, sirven a los intereses más corruptos y turbios de este país, han decidido salir a la defensa de cabilderos como Carlos Loret de Mola, quien bajo su traje de comunicador ha callado los más brutales atropellos, le ha mentido al pueblo de México y ha sido cómplice de aquellos conservadores que por décadas saquearon nuestro país.
En redes, esos periodistas con gran influencia y algunos políticos del PRIAN que difunden un hashtag para defender a un personaje que hace años pactó con las más altas esferas del poder, son los mismos que callaron ante la violencia ejercida contra los periodistas en los sexenios anteriores y con su silencio avalaron los crímenes perpetrados por la narcopolítica, la cual, entre sus tantos atropellos, se llevó la vida de Cecilio Pineda.
