La visita de Abascal a México vino a confirmar que el PAN es refugio de las estructuras más retrógradas de la extrema derecha, pero acorralados, los blanquiazules intentaron deslindarse.
Acorralado, Julen Rementería, coordinador de Acción Nacional (PAN) en el Senado, ofreció disculpas públicas a nombre de todas y todos los legisladores por haber recibido al líder neofascista de Vox, Santiago Abascal, siendo esta la tercera disculpa institucional de los blanquiazules.
En su discurso, Rementería rechazó casi todas las causas que encabeza el partido español como el racismo, el menosprecio a las minorías, a las mujeres, a la comunidad LGBTQ+, entre otras. Sin embargo, la realidad es que el PAN fue desenmascarado.
La visita de Abascal a nuestro país solo vino a confirmar que Acción Nacional es refugio de las estructuras más retrógradas de la extrema derecha; no obstante, al ser exhibidos como lo que son: ultraconservadores, neofascistas y antiderechos, y como una respuesta al sinnúmero de críticas que recibieron por parte de la sociedad mexicana, intentaron deslindarse.
Cabe destacar que esta es la tercera disculpa que ofrece el PAN por la polémica de Abascal. Primero fue el Comité Ejecutivo Nacional (CEN). Después Santiago Creel Miranda, presidente de la Comisión Política de Acción Nacional, y ahora ha sido la Coordinación de su banca en el Senado.
El pasado 2 de septiembre senadores y diputados blanquiazules encabezados por Julen Rementería —entre los que se encuentran Lilly Téllez, Alejandra Reynoso y Roberto Moya— formalizaron la alianza con Vox, quienes recientemente elogiaron la genocida conquista de Hernán Cortés en nuestras tierras, al respaldar la iniciativa conocida como Carta de Madrid impulsada por los ultraderechistas españoles, con lo que pretenden crear una cruzada contra la izquierda política.