Benedith afirmó que la electricidad, como el agua, debe tratarse como un bien social y cultural y no como un bien económico.
La electricidad debe ser considerada como un derecho humano y no como un producto, así lo aseguró el economista y experto en temas energéticos, Rodrigo Benedith.
Benedith comentó que cuando se trata de derechos humanos reconocidos por consenso, como los que están contemplados en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC), “se pueden hallar ejemplos reveladores, como el del agua”.
En este sentido, recordó que cuando se generaron las Observaciones Generales a los artículos del PIDESC, se resolvió que sean explícitos los siguientes elementos del derecho humano al agua: calidad, accesibilidad, asequibilidad, no discriminación, acceso a la información, entre otros.
Respecto a la electricidad, Benedith aseveró que el mismo PIDESC plantea que los gastos personales o del hogar que entraña la vivienda “deberían ser de un nivel que no impidiera ni comprometiera el logro y la satisfacción de otras necesidades básicas”.
“Nadie debe sacrificar el disfrute del derecho a la alimentación, la salud, la educación, entre otros, por cubrir los gastos de energía eléctrica”, apuntó.
Teniendo esto como contexto, el economista afirmó que la electricidad, como el agua, debe tratarse como un bien social y cultural “y no fundamentalmente como un bien económico”.
Esto, debido a que además de ser un derecho humano, favorece el cumplimiento de otros derechos y libertades fundamentales.
Benedith ha declarado que la iniciativa eléctrica propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador es probablemente la reforma constitucional más importante del sexenio, pues “es fundamental para garantizar la transición energética y la seguridad nacional”.