Epigmenio aseveró que tanto los sicarios que desaparecieron a los 43 normalistas de Ayotzinapa, así como los subalternos de Peña Nieto y los medios, son los culpables de obstruir la justicia en el caso.
Al expresidente Enrique Peña Nieto se le cayó el teatro que con apoyo ilegal de varias dependencias de gobierno ordenó que se montara en octubre de 2014 para encubrir la verdad sobre la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
Así lo aseguró el periodista y cineasta Epigmenio Ibarra en el marco del tercer informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), en el cual se exhibió la simulación que hizo el gobierno peñista para manipular las escenas, ocultar información y encubrir a los involucrados en el caso de la desaparición forzada de Iguala en 2014.
Bajo este contexto, Epigmenio señaló que a Peña Nieto se le hizo fácil intentar dar un carpetazo a la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
“Los mataron a todos dijo, los incineraron en el basurero de Cocula (…) los sicarios están presos, no fue el Estado, ‘ya supérenlo’, sigamos con las reformas estructurales, la entrega a particulares de los bienes de la nación, el Pacto por México, los viajes por el mundo”.
El periodista apuntó que no solo fueron Peña Nieto y sus subalternos como el entonces procurador Jesús Murillo Karam, el ahora prófugo Tomás Zerón y el ex secretario de Marina, Francisco Soberón los únicos responsables del montaje y de la obstrucción de la justicia.
“También los medios y en ellos algunos de los más destacados intelectuales y líderes de opinión, jugaron un papel, tan pernicioso como estratégico, en esta operación de Estado”, sentenció.
Epigmenio criticó severamente que estos poderosos e influyentes personajes legitimaron la mentira y desacreditaron la verdad e intentaron por todos los medios, desprestigiar al movimiento social que exigía —y continúa exigiendo— justicia por los estudiantes de Ayotzinapa.
El periodista finalizó haciendo énfasis en que tanto los sicarios que desaparecieron a los 43 normalistas como esos servidores públicos y subalternos de Peña Nieto son culpables de ocultar la verdad, encubrir a los criminales, entorpecer la investigación, sembrar evidencia, torturar y mentir a la nación.
“Impidieron que se hiciera justicia y sobre todo que pudiera responderse la pregunta, que aún se hacen las madres y los padres de Ayotzinapa: ¿Dónde están?”.