Aún con todos los escándalos que han puesto en tela de juicio su desempeño como funcionario público y su imagen como candidato, Adrián de la Garza insiste en tener el tema de la seguridad como una de sus cartas de presentación en campaña.
A pesar de que en redes sociales circulan notas y fotografías en las que el candidato priísta al gobierno de Nuevo León, Adrián de la Garza, y el exgobernador del estado Rodrigo Medina aparecen juntos, el abanderado tricolor se niega a reconocer que formó parte de su círculo cercano, pues sabe que el hecho podría generarle mala reputación (más de la que ya ostenta).
Como parte de sus actos desesperados por llegar a la gubernatura del estado, Adrián de la Garza ha sostenido cínicamente que “no conoce” a Rodrigo Medina (también del PRI), quien es considerado el gobernador más corrupto en la historia reciente de la entidad y fue acusado por los delitos de evasión fiscal, lavado de dinero y triangulaciones millonarias de fondos públicos.
Sin embargo, parece que el priísta olvidó que fue el mismo Medina quien lo puso al frente de la Procuraduría General de Justicia del estado y, mientras ambos trabajaban en la misma administración, Nuevo León vivió una de sus etapas más oscuras: la corrupción, el narcomenudeo, los delitos sexuales, los secuestros y los homicidios dolosos aumentaron considerablemente.
Además, en el 2013 —a la mitad de su gestión como procurador—, la entidad registró la tasa de incidencia delictiva más alta en mucho tiempo; esto, según información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Tres años más tarde, fue vinculado con el Cártel de Los Zetas por tener una relación cercana con “El Mono”, quien era el operador del grupo criminal en Europa y, con descaro, ha dicho que nunca había escuchado el nombre del narcotraficante, a pesar de que existen documentos oficiales que lo ligan a él y a su organización delictiva.
Asimismo, el abanderado de la coalición “Va Fuerte por Nuevo León”, ha sido acusado por clonar permisos para casinos que actuaban ilegalmente y por desaparecer 30 millones de pesos del fondo de ahorro de los burócratas municipales.
Aún con todos estos escándalos que han puesto en tela de juicio su desempeño como funcionario público y que han mermado su imagen como candidato, de la Garza sigue insistiendo en tener el tema de la seguridad como una de sus cartas de presentación en campaña.
No obstante, las y los ciudadanos le han recordado a través de las redes sociales que no confían en su palabra y menos en sus propuestas, pues él mismo se encargó de crear todos los problemas que hoy quiere “solucionar”.
