La pesadilla del sistema de salud en los sexenios pasados

La contingencia por la pandemia del Covid-19 en el mundo ha venido a remarcar las deplorables condiciones del sistema de salud en el que vivieron millones de mexicanos y les fue heredado a las nuevas generaciones. 

Hospitales y clínicas convertidos en enormes elefantes blancos, infraestructura y equipo deficiente, falta de medicamentos y servicios deplorables para la población es el sistema de salud que ofrecieron durante varios años los gobiernos prianistas. 

Y es que además de saquear los recursos que eran destinados para mejorar el sistema de salud, no se implementaron políticas públicas para frenar padecimientos que hoy en día siguen siendo las principales causas de muerte en el país y que con la presencia del coronavirus se han vuelto más visibles. Al contrario se emitieron medidas que solo beneficiaron a las grandes empresas de alimentos dañinos.

El gobierno de la 4T trabaja a marchas forzadas para remediar más de medio siglo de corrupción y poco a poco ha demostrado que puede levantarlo y brindar servicios de calidad a los mexicanos, para el cual fue creado el INSABI. 

La desoladora destrucción del sistema de salud con EPN y Narro Robles 

No es un secreto que con José Ramón Narro Robles al frente de la Secretaría de Salud, en el gobierno de Enrique Peña Nieto, se cometieron los actos más terribles y escalofriantes en contra de un sistema que tenía que velar por la salud de millones de mexicanos, pero la corrupción desmesurada lo hicieron colapsar. 

Durante el sexenio priista fueron identificadas unas 22 mil 933 facturas falsas emitidas en 30 estados, a través de diversas empresas fantasma, desviando a nivel federal un monto de más de 4 mil millones de pesos, según una investigación de el equipo de abogados del bufete Pérez de Acha Abogados, en colaboración con la asociación civil Impunidad Cero.

El dinero tenía que invertirse en la compra de medicamentos y de insumos en todos los hospitales y centros de salud del país, sin embargo terminó desviado en más de 45 empresas fantasmas. El 2014, 2015 y 2016, fueron los años en que más recibos apócrifos se emitieron. 

Además, de los 326 hospitales y unidades médicas sin concluir en el país que encontró el gobierno de AMLO, el 64 por ciento correspondía a Peña Nieto y el 36 por ciento a Felipe Calderón. 

Del total de las obras inconclusas, la mitad eran inviables y representaban un riesgo para las personas, informó el actual mandatario de México, por lo que decidió suspenderlas. 

Con Calderón y Fox, el fracaso del Seguro Popular

Con Julio Frenk, secretario de Salud de Vicente Fox; José Ángel Córdova Villalobos y Salomón Chertorivski Woldenberg, secretarios de salud con Felipe Calderón terminó una gestión de doce años emanados del mismo partido político, con resultados nulos en materia de salud.

Además, en el caso de Felipe Calderón, su gobierno se centró en la guerra contra el narcotráfico y poco caso se hizo por mejorar el sistema de salud. 

Recientemente, los usuarios volvieron a revivir un video en donde presume que en gobierno se construyeron mil hospitales, lo que fue cuestionado por la sociedad ya que no existen pruebas de ello, además de que equivaldrían a dos hospitales por día.

El diseño del Seguro Popular, principal programa sanitario del sexenio Vicente Fox y su extensión con Felipe Calderón, conocida como Seguro Médico para una Nueva Generación, no se centró en las verdaderas necesidades del país y solo ofrecía un rudimentario paquete de medidas preventivas que de poco sirvieron para resolver una problemática de años. 

Entre las principales problemáticas que fueron la causa del quiebre del sistema fue la del rezago, la falta de recursos, los servicios y prestaciones insuficientes, así como la falta de especialistas. Millones de personas se quedaron sin atención, principalmente aquellos con enfermedades crónico-degenerativas.

Para Gustavo Leal, del Departamento de Atención a la Salud, Universidad Autónoma Metropolitana, en su investigación “¿Protección social en salud? Ni “seguro”, ni “popular” da conocer que: “A partir de 2008, el Seguro Popular del foxismo y su extensión petit se constituyeron en un inagotable surtidor de metas automáticas para el calderonismo, aunque el enorme gasto, no mejoró servicios, ni atendió resolutamente”. 

Los sexenios de ambos mandatarios también fueron criticados por la falta de políticas de prevención y atención médica, así como una mala asistencia a los pacientes con obesidad y problemas cardiacos. Entre Fox y Calderón hubo un incremento en el número de muertos por estas enfermedades de un 34 por ciento. 

Desde Fox se remarcó la necesidad de que se regulara la comida chatarra y se obligara a tener un etiquetado que realmente oriente a los consumidores y advierta de los riesgos que representa el consumo regular de los productos como los refrescos, pero no se hizo hasta la llegada de Jorge Carlos Alcocer Varela en el gobierno de AMLO. 

El reto de AMLO

El sistema de salud está enfermo por años de corrupción y burocracia, no se podrá  curar de la noche a la mañana y probablemente tenga que pasar mucho tiempo hasta ver sanadas sus arcas y es una de las prioridades del gobierno de AMLO. 

La crisis por la pandemia del COVID puso en evidencia el pésimo sistema en que vivían los mexicanos, por lo que AMLO sigue comprometido a recuperar el sistema de salud que beneficie a la ciudadanía con un servicio universal. 

En un video, el mandatario dijo tener elementos para decir que “vamos a salir de las dos crisis, vamos a mejorar la situación sanitaria y la situación económica de nuestro país”.

Desde su llegada al gobierno se comprometió a trabajar por mejorar el sistema, hasta llegar a tener uno como en el primer mundo. “Porque la salud, como la educación no son privilegios, son derechos”, aseguró.

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