El Bosque de Agua: el pulmón que sostiene la vida en el Valle de México

¿Sabías que el 70% del agua que tomas viene de un bosque? No, no es broma. Se llama Bosque de Agua y está más cerca de ti de lo que crees.

En lo alto de las sierras que rodean al Valle de México existe un ecosistema silencioso pero esencial para la vida de más de 23 millones de personas. Se trata del Bosque de Agua, también conocido como el Gran Bosque de Agua: un corredor forestal estratégico para la recarga del acuífero, la regulación del clima y la conservación de la biodiversidad.

Este extenso bosque se distribuye entre 37 municipios de los estados de Morelos, Estado de México y la Ciudad de México. Abarca más de 250 mil hectáreas e incluye sierras como el Ajusco, Chichinautzin, Zempoala y Las Cruces, además de conectar 21 áreas naturales protegidas que forman una red vital para la salud ambiental del centro del país.

Aquí se infiltra la mayor parte del agua de lluvia que recarga el acuífero del Valle de México, del cual se extrae el 70% del agua potable que consume la Ciudad de México, además de abastecer a Cuernavaca y Toluca. “El agua que tomamos no viene del grifo, viene del bosque”, han advertido autoridades ambientales.

Pero el Bosque de Agua no solo abastece de agua. También alberga el 2% de la biodiversidad mundial y el 12% de la nacional. En sus bosques templados viven especies como el ajolote, colibríes, coyotes, gatos monteses y árboles nativos como oyameles, encinos y pinos de altura.

Pese a su importancia, el bosque enfrenta amenazas graves: urbanización irregular, tala ilegal, incendios forestales y cultivos con agroquímicos que contaminan el subsuelo. En las últimas décadas, la Ciudad de México ha perdido entre 30 y 40% de sus zonas naturales.

Actualmente, más de 2,500 hectáreas de suelo de conservación están invadidas por asentamientos humanos irregulares, sobre todo en las alcaldías del sur como Tláhuac, Tlalpan y Xochimilco. Esta expansión desordenada cambia el uso de suelo y fragmenta ecosistemas fundamentales para la recarga de acuíferos.

Frente a esta crisis, el 7 de enero de 2025 se firmó un convenio histórico entre los gobiernos de la Ciudad de México, el Estado de México y Morelos, junto con autoridades federales como la Semarnat y la Profepa. Este acuerdo busca detener la tala, la sobreexplotación de cuerpos de agua y el cambio ilegal de uso de suelo.

Desde octubre de 2024, se han realizado nueve operativos para recuperar 176 hectáreas invadidas en suelo de conservación en Tláhuac, Tlalpan y Xochimilco. Además, se han clausurado aserraderos clandestinos y abierto carpetas de investigación por delitos ambientales.

El Gobierno de la Ciudad de México, a través de la Secretaría del Medio Ambiente (SEDEMA), ha implementado estrategias como monitoreo satelital, reforestación con especies nativas, eliminación de especies invasoras, empleo temporal y pagos por servicios ambientales para las comunidades rurales.

Estas comunidades son clave: muchas áreas protegidas son propiedad colectiva de pueblos originarios que han cuidado el bosque por generaciones. Proteger el Bosque de Agua implica también respetar y apoyar a quienes viven y trabajan en él.

¿Te gustó el artículo?
Compártelo
Facebook
Twitter
WhatsApp

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *


El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.