López Obrador ofreció un emotivo discurso en la sesión del Consejo de Seguridad de la ONU, donde abordó temas como la corrupción, migración y desigualdad.
Al presidir la sesión del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Nueva York, el presidente Andrés Manuel López Obrador adelantó que propondrá un Plan Mundial de Fraternidad y Bienestar para apoyar a cerca de 750 millones de personas en el mundo y garantizarles el derecho a una vida digna.
Sobre esto, planteó que el financiamiento del plan venga de tres fuentes: “contribución voluntaria anual del 4% de sus fortunas a las mil personas más ricas del planeta, aportación similar por parte de mil corporaciones más importantes por su valor en el mercado mundial y cooperación del 0.2% del PIB de cada uno de los países integrantes del G20”.
Corrupción
Durante su declaración, aseveró que el principal obstáculo para el ejercicio de la libertad es la corrupción en todas sus expresiones, “los poderes transnacionales la opulencia y la frivolidad como formas de vida de las élites, el modelo neoliberal que socializa pérdidas privatiza ganancias y alienta el saqueo de los recursos naturales y de los bienes de los pueblos y naciones”.
“Sería hipócrita ignorar que el principal problema del planeta es la corrupción, en todas sus dimensiones, la política, la moral, la económica, la legal, la fiscal, la financiera, sería insensato omitir que la corrupción es la causa principal de la desigualdad, de la pobreza, de la frustración, de la violencia, de la liberación y de graves conflictos sociales”, sentenció.
Bajo este contexto, señaló que en México su gobierno ha aplicado la fórmula de desterrar la corrupción y destinar al bienestar del pueblo todo el dinero liberado con el criterio de que “por el bien de todos, primero los pobres”.
“Implica asumir que la paz es fruto de la justicia. Ningún país puede ser viable si persiste la marginación y la miseria. Por ello, sostenemos que la solución de fondo para vivir libres de temores y de la violencia, es acabar con el desempleo, favorecer la incorporación de jóvenes al trabajo y estudio, evitar desintegración familiar, descomposición social y pérdida de valores culturales morales”.
Migración
El mandatario aseveró que el fenómeno migratorio no se enfrenta con acciones coercitivas, sino con aquellas que incorporan al estudio y trabajo, con el objetivo de que las personas no se vean obligadas a abandonar sus pueblos por hambre y violencia.
“Que la migración sea opcional y no forzosa, una decisión individual y no un fenómeno”, declaró.
En este sentido, recordó el planteamiento que hizo a su homólogo estadounidense, Joe Biden, de enfrentar el fenómeno migratorio sin ignorar la necesidad de ordenar el flujo para evitar la violencia y garantizar derechos humanos.
“Hoy es tiempo de actuar contra la marginación atendiendo las causas y no solo las consecuencias”, refirió.
Finalmente, López Obrador confió en que ninguno de los miembros permanentes de este consejo se opondrá a las propuestas planteadas durante el discurso, como el Plan Mundial de Fraternidad y Bienestar, pues no se refiere a armas nucleares o invasiones militares, por el contrario, “busca construir estabilidad y paz por medio de la solidaridad con quienes más necesitan de nuestro apoyo”.
“Por más egoísta que quiera suponerse al hombre hay elementos en su naturaleza que lo hace interesarse en la suerte de los otros de tal modo que la felicidad de estos le es necesaria aunque de ello nada obtenga a no ser el placer de presenciarla. En otras palabras: solo siendo buenos podemos ser dichosos”.
El mandatario cerró su emotivo discurso agradeciendo a los miembros permanentes y no permanentes del consejo.
“Es lo más parecido a un gobierno mundial, se puede llegar a hacer el organismo más eficaz para el combate a la corrupción y el más noble benefactor de pobres y olvidados de la tierra”.