Desde los últimos años de la gestión foxista y durante todo el calderonato se realizó un proceso de “chatarrización” de Pemex, el cual llegó a su clímax con el arribo de Peña Nieto y sus antirreformas.
En 2004, durante el sexenio de Vicente Fox, donde se originó el proceso de privatización de Petróleos Mexicanos (Pemex), la producción petrolera nacional se ubicaba en 3 millones 382 mil barriles diarios. Sin embargo, fue descendiendo paulatinamente hasta llegar a 1 millón 663 mil barriles diarios.
Ahora, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha logrado contener ese declive y, en 2021, por primera vez se ha registrado un crecimiento, alcanzando un promedio de 1 millón 664 mil barriles diarios.
Cabe mencionar que desde los últimos años de la gestión foxista y durante todo el calderonato se realizó un proceso de “chatarrización” de la empresa estatal, el cual llegó a su clímax con el arribo de Peña Nieto y sus antirreformas.
Mediante sobornos millonarios a legisladores, la reforma energética peñista fue aprobada en 2013, lo que suponía que era la última estocada para conseguir la privatización total del sector.
No obstante, debido a la política de apoyos a Pemex que emprendió el mandatario, el balance anual de 2021 arrojó que marzo fue el mes más productivo para la producción petrolera mexicana, con 1 millón 698 mil barriles diarios, cifra que en los próximos años seguirá creciendo.
Lo anterior se debe a los 7 mil 135 pozos que ya están en operación, como es el caso del de Maloob, que produce 287 mil barriles diarios; el de Zaap, de donde se extraen 260 mil barriles diarios; los de Xanab, con 96 mil; Ayatsil, con 78 mil; y Balam, con 52 mil. A estos se podrían sumar otros más de 60 que están en fases de exploración.
