#JuicioSÍ | Calderón: el genocida que bañó de sangre al país

Calderón

El legado de Calderón incluye ciudades azotadas por la violencia, miles de muertos, desaparecidos, huérfanos, desplazados; el incremento de la pobreza y la indigencia; la concentración de la riqueza entre unos cuantos; la falta de crecimiento económico e innumerables actos de corrupción.

En el marco de la consulta popular que se hará el 1 de agosto para llevar a juicio a cinco expresidentes del periodo neoliberal, cada vez son más las personas que se suman a la causa y a través de sus redes sociales difunden los hashtags #JuicioSíImpunidadNo, #JuicioAExpresidentes y #JuicioSÍ.

Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto fueron los políticos del régimen neoliberal que nos gobernaron por 30 años y que se encargaron de corromper a las instituciones públicas, se enriquecieron a costa del sacrificio de las y los mexicanos, y cometieron una serie de abusos y crímenes contra la nación que dejaron profundas secuelas. 

En esta cuarta entrega realizada por el equipo de Bendito Coraje, se abordará a Felipe Calderón Hinojosa, quien fue presidente de México por parte del Partido Acción Nacional (PAN) durante el periodo 2006-2012, tras cometer fraude electoral. En su paso por el poder, Calderón le ocasionó un daño estructural al país por el cual aún sufrimos las consecuencias. Desde su engañosa llegada a la presidencia, pasando por su malograda guerra contra el narcotráfico que bañó de sangre al país, el incendio de la Guardería ABC, la masacre de Villas de Salvárcar, hasta su monumento a la corrupción: la Estela de Luz, son algunos de sus tantos atropellos. 

Fraude electoral 

En 2006 se vivió una de las elecciones presidenciales más cerradas en la historia reciente de México y con múltiples irregularidades. Diversas encuestas revelaban que el candidato Andrés Manuel López Obrador lideraba los sondeos, incluso se llegó a decir que el líder de izquierda podría ganar los comicios con una gran ventaja. Antes de las elecciones hubo manipulación de las listas de funcionarios de casilla y, llegado el día, se registró una enorme cantidad de irregularidades en las actas de cómputo. 

Otra anomalía fue que los resultados se dieron a conocer después del día de la elección y, según indicaron las autoridades electorales, Felipe Calderón, candidato por Acción Nacional había ganado la contienda con una diferencia de 0.6% de los votos respecto a López Obrador, quien denunció fraude electoral tanto en el periodo de campañas políticas como en el día de la elección. 

Aún cuando la democracia estaba en peligro y a pesar de que gran parte de la ciudadanía insistía en llevar a cabo un recuento de votos, las instituciones electorales hicieron caso omiso a las peticiones y el 1 de diciembre de 2006, Calderón acudió a la ceremonia donde tomaría posesión como mandatario de la nación. 

En medio de protestas dentro y fuera de la Cámara de Diputados, el panista entró al Congreso por la puerta trasera para participar en una ceremonia que duró no más de cinco minutos. Entre empujones y rechiflas, Calderón tomó posesión de su cargo como jefe del Ejecutivo ante la tensión que lo obligó a colocarse él mismo la banda presidencial, mientras el mandatario saliente, Vicente Fox, presenciaba el juramento.

Guerra contra el narcotráfico

Solo nueve días después de asumir el cargo como presidente de la República, Felipe Calderón declaró la supuesta guerra contra el narcotráfico, que en realidad se encargó de atacar solo a los enemigos del Cártel de Sinaloa para proteger y fortalecer a este último.

Tras la declaración, ordenó el despliegue de casi siete mil elementos del Ejército en Tierra Caliente. Dicha acción, que se denominó como “Operativo Conjunto Michoacán”, tenía como objetivo combatir al crimen organizado en la entidad, liderado por el Cártel de la Familia Michoacana.

Este operativo fue el inicio de la estrategia de Calderón con la que pretendía desarticular a los grupos criminales del país, la cual no solo no funcionó, sino que además hundió al país en una espiral de violencia inimaginable. México se militarizó; soldados, marinos y policías federales deambulaban por las calles del país con armas largas y sin instrucciones claras para luchar contra las bandas organizadas, lo que provocó una crisis de violencia sin precedentes. 

Los grupos delictivos se fraccionaron, se crearon nuevas generaciones de capos y se propiciaron enfrentamientos cada vez más violentos entre ellos con consecuencias fatídicas para la sociedad civil. ¿El resultado? Más de 100 mil muertes violentas y casi 30 mil desaparecidos. 

Son muchas las investigaciones y cifras las que demuestran que la guerra contra el narcotráfico emprendida por Calderón no consiguió reducir la violencia en México, por el contrario, la aumentó. El paso de Calderón por la presidencia dejó al país bañado de sangre. 

Guardería ABC: 12 años de impunidad

Bajo el sexenio calderonista, el 5 de junio de 2009, en la ciudad de Hermosillo, Sonora, un incendio consumió la Guardería ABC provocando una tragedia en la que fallecieron 25 niños y 24 niñas de entre 10 meses y cuatro años de edad, además de un centenar que sufrieron graves lesiones cuyas secuelas todavía sufren. 

El edificio —un establecimiento subrogado por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS)— compartía muro con una bodega de la Secretaría de Hacienda del estado, lugar en donde comenzó el incendio el cual se propagó a la guardería sin ningún obstáculo debido a la deficiente construcción del lugar y a las ínfimas condiciones de seguridad que tenía. 

Cabe recordar que, a los pocos días de la tragedia, se reveló que Marcia Matilde Altagracia, prima de Margarita Zavala, esposa de Felipe Calderón, era una de las dueñas de la guardería; sin embargo, aunque se confirmó que el incendio y fallecimiento de los menores fue a causa de una negligencia en el manejo del lugar, la familiar de Zavala fue exonerada de todo cargo de manera casi inmediata. 

La administración del panista protegió a los responsables de la tragedia, pues además de otorgarle impunidad a Marcia Altagracia, también cuidó la espalda de su amigo, Juan Molinar Horcasitas, quien durante su gestión como director del IMSS concedió permisos a cientos de centros de cuidado infantil para que funcionaran con apoyos públicos, sin cumplir con las medidas de seguridad necesarias. La Guardería ABC era uno de ellos.

De esta manera, existe una larga lista de responsables por el crimen de la guardería, donde se vieron involucrados tanto funcionarios de la administración de Calderón, como particulares cercanos a él y su familia, que nunca fueron investigados. 

Masacre de Villas de Salvárcar

En enero de 2010 un grupo de estudiantes de bachillerato celebraban una fiesta de cumpleaños en el fraccionamiento Villas de Salvárcar en Ciudad Juárez, Chihuahua, cuando un comando armado de al menos 20 sicarios irrumpieron en el lugar y dispararon contra los presentes dejando un saldo de 15 muertos y más de 10 heridos. 

Al dolor y la confusión se sumó la criminalización de las víctimas, pues al ser cuestionado sobre la balacera, Felipe Calderón quiso justificar la masacre al declarar que «si los mataron es porque en algo andaban”.  

Padres y madres de las víctimas recriminaron que la administración calderonista fuera inmune al dolor de las familias y que el mismo panista levantara falsos sobre las y los estudiantes masacrados para huir de su responsabilidad. “Yo quiero que usted se retracte de lo que dijo. Estaban en una fiesta. Estudiaban y trabajaban. Le apuesto a que si a usted le hubieran matado a un hijo, buscaría al asesino”, le increpó una madre en su momento. 

Cabe destacar que, en 2008, el entonces mandatario impulsó el llamado Operativo Conjunto Chihuahua, que llevó a sitios como Ciudad Juárez a colocarse entre los lugares más violentos del mundo.

Estela de Luz: monumento a la corrupción

En 2009, el gobierno encabezado por Calderón tomó la decisión de convocar a un concurso para elegir el proyecto y construcción que ocuparía para conmemorar el Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución. La inauguración del proyecto ganador, la Estela de Luz, estaba programada para el 15 de septiembre de 2010; sin embargo, tras una serie de irregularidades, terminó inaugurándose con 15 meses de retraso.

Poco a poco salieron a la luz los actos de corrupción y negligencia sobre el manejo de los recursos públicos utilizados en el proyecto. La Estela de Luz es una edificación en la que se cometieron quebrantos al erario, lo cual derivó en que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) presentara denuncias ante la entonces Procuraduría General de la República, por sobreprecio de materiales y por acciones y omisiones en las que incurrieron servidores públicos ligados a Calderón durante la obra.

El costo del proyecto se estimó en 398 millones de pesos y al finalizar costó más de mil millones de pesos. “Monumento a las víctimas de la Guerra de Calderón”, “Símbolo de corrupción”, fueron algunos de los nombres que le dieron a la obra decenas de manifestantes el día de su inauguración. 

Estos son solo algunos de los tantos casos de corrupción y atropellos que se cometieron durante el sexenio calderonista. Su gestión ha sido cuestionada y sumamente criticada. Ciudades azotadas por la violencia, miles de muertos, desaparecidos, huérfanos, desplazados; la pobreza y la indigencia se incrementaron; la riqueza se concentró entre unos cuantos; no hubo crecimiento económico y se cometieron innumerables actos de corrupción. 

Doce años le bastaron al PAN para demostrar su incapacidad para gobernar. Dejaron un país más pobre, dejaron a México en bancarrota y con muertos sembrados por todo el territorio nacional. Felipe Calderón llegó como presidente espurio por la puerta de atrás y se fue de la misma forma.

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