Correa y la lucha por la soberanía económica que transformó Ecuador

Correa

A menos de dos meses de la elección presidencial en Ecuador, el discurso histórico del expresidente Rafael Correa sobre la soberanía económica y la situación de las reservas internacionales en su país se ha vuelto más que vigente.

“El Mashi”, uno de los líderes más populares de América Latina en el siglo XXI, fue pieza clave para generar un cambio de paradigma en el Ecuador después de largos años de neoliberalismo que, al igual que en la mayoría de los países de la región, dejó brechas económicas gigantescas, acompañadas de pobreza y desigualdad.

En la década ganada, como muchos analistas llaman al ciclo histórico del partido Alianza País —antes que fuera secuestrado por Lenín Moreno—, se suscitó una serie de transformaciones profundas a partir de la refundación del Estado y una redistribución más equitativa de la riqueza. 

Durante muy poco tiempo se logró desendeudar al pueblo ecuatoriano, se mejoró en los indicadores sociales referentes a salud, trabajo, educación, servicios básicos e inversión y se redujo la pobreza de manera significativa.

Con respecto al ámbito económico, la reducción de la deuda pública fue la flecha de lanza para que todos los cambios se hicieran realidad. Uno de los grandes dichos del exmandatario, doctor en economía que liberó a Ecuador en materia financiera, es: «No hay mejor ahorro que una buena inversión”. Con esa bandera es que el país se encaminó como una de las naciones con más inversión entre sus países vecinos. 

«El tamaño del gasto público no es ni bueno ni malo, lo fundamental es saber en qué se gasta”, es otra frase icónica de Correa.

Siguiendo la línea de los gobiernos progresistas de la región, Rafael Correa nunca claudicó en la batalla por la soberanía económica de su país y el tema sobre las reservas internacionales, que tanto ruido causaron después de la ola neoliberal en Latinoamérica.

“Aquí los países pobres estamos subsidiando a los países ricos, enviando las reservas del Banco Central, la reserva de la banca privada al primer mundo, para que ellos con esa plata financien su desarrollo, cuando nosotros necesitamos más plata para financiar. Lo más triste es que a veces ellos nos prestan nuestro mismo dinero a tasas de interés de 7% u 8%, cuando ellos nos pagan 0.5%. Estamos trayendo las reservas del Banco Central que innecesariamente están en el exterior”, puntualizó Correa en el famoso video.

Bajo la lógica de que las reservas del Banco Central deben ir a inversión, el discurso de “El Mashi”, presente en el candidato Andrés Arauz —considerado una pieza clave del proyecto económico de Correa—, es más oportuno que nunca, ante la traición de Lenín Moreno, el retorno del neoliberalismo al Ecuador y la próxima contienda electoral.

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