Hay tacos de guisado, de bistec, de pastor, de canasta, de adobada, de cochinilla, de barbacoa, en fin, la lista de la gran variedad que existe es interminable.
En el centro y sur del país, los tacos son elaborados de tortilla de maíz, pero en el norte se acostumbra a que sean de harina, lo cierto es que en cualquier punto del territorio mexicano, este exquisito platillo existe y ha alimentado a millones de panzas vacías por cientos de años.
Si bien se desconoce realmente cómo se originaron los tacos, los primeros registros históricos apuntan que su origen viene del siglo XVIII cuando las esposas enviaban a los mineros, guisados o carne envueltos en un taco, a fin de que se guardara más el calor.
En 1994, el cronista Jesús Flores y Escalante refuerza esta versión, al señalar que durante las guerras civiles decimonónicas, la tortilla se usaba para envolver los preparados con carne o verduras. Posteriormente se les llamaría tacos de canasta o mineros.
Otras versiones apuntan que el origen de los tacos se da en la era prehispánica, cuando Moctezuma utilizaba de cuchara las tortillas que en ese entonces se elaboraban en piedras calientes, formando algo parecido al taco.
De acuerdo a Bernal Díaz de Castillo, una de las primeras taquizas se registraría en los tiempos de la conquista española, cuando Hernán Cortés mandaba a que se sirviera carne de cerdo con tortillas.
La elaboración de las tortillas data de la antigüedad, según los registros históricos, la primera mesa de nixtamal proviene del año 1,500 antes de Cristo y se encontró en Soconusco, Chiapas.
Fue en el siglo XIX, cuando el taco adquirió más relevancia y se convirtió en uno de los platillos más preferidos de todos los mexicanos.
Durante el gobierno de Porfirio Díaz, la modernización llegó a los rubros económico, social, arquitectónico, cultural, lo que provocó que la comida también sufriera cambios.
No obstante en la Ciudad de México surgirían más puestos callejeros o establecimientos hasta donde los soldados, soldaderas, refugiados, entre otros asistían a comer el alimentos que les recordaba a sus pueblos.
El gobierno de la ciudad otorgaría alrededor de 100 permisos a taquerías informales, la mayoría concentrados en el Centro Histórico, algunos de los cuales aún son recordados gracias al voz en voz de las generaciones.
Hoy, el taco es un símbolo de la cultura de México y de la comida callejera, aunque también existen en los mejores restaurantes, cada amante de los tacos tiene su puesto callejero favorito, cuyo sabor es inigualable al de la competencia.
Además, es una comida tan exquisita para nacionales y extranjeros, que existen varias obras dedicadas a ellos, desde libros donde se habla de estos, como «La Tacopedia«, enciclopedia del taco», de la escritora Débora Holtz o el documental Crónicas del Taco de Netflix.
Así no existe una hora para echarse un taco y como dice el refrán: “un taco no se le niega a nadie”.
Un comentario
super rico recomendo al 100