Versiones recientes, como las difundidas por ContraRéplica e Infobae, señalan que Sandra Cuevas podría estar siendo investigada por autoridades de Estados Unidos por posibles delitos financieros, incluyendo lavado de dinero. Aunque no hay confirmación oficial, la eliminación súbita de sus cuentas en redes sociales —incluyendo X, Instagram y Facebook— y su retiro del espacio público alimentan la sospecha de que algo más grave se avecina.
Después del anuncio de su partido político y su acercamiento a figuras del conservadurismo internacional, además del lanzamiento de Sandra Cuevas Diamond Group, desapareció de los reflectores y de redes sociales. No ha ofrecido explicaciones ni declaraciones públicas desde hace semanas.
“Mi nueva empresa #SandraCuevasDiamondGroup a través de la marca registrada #SandraCuevasMR2T será la plataforma financiera para mi Organización Política por la Familia y la Seguridad de México. ¡Mi trabajo político no ha terminado, apenas comienza y será financiado por mí misma!”, dijo en una de sus publicaciones en redes sociales.

Sin embargo, tras semanas fuera del ojo público, Sandra Cuevas volvió a aparecer, pero no en una conferencia ni aclarando los señalamientos en su contra, sino en un video difundido en redes donde se le ve en una fiesta junto a “Karencita Blue”, una mujer señalada por presuntas amenazas y vínculos con integrantes de La Unión Tepito.
De acuerdo con reportes, “Karencita” ha presumido públicamente estar protegida por esta organización criminal, y actualmente es investigada por la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC-CDMX) por dichos señalamientos. La presencia de la exalcaldesa en este entorno refuerza las dudas sobre sus nexos y el silencio que ha guardado en medio de acusaciones por corrupción, opacidad y enriquecimiento ilícito.
Su caso, además de reflejar la impunidad con la que operan ciertos cuadros de la oposición capitalina, pone en evidencia el vacío legal y político que se genera cuando una figura pública borra su rastro justo cuando debería rendir cuentas.