El fallecimiento de Mario Vargas Llosa el 13 de abril de 2025 en Lima, a los 89 años, ha reavivado el debate sobre la figura del escritor peruano. Si bien su obra literaria es ampliamente reconocida, su postura política conservadora y sus polémicas declaraciones han generado controversia en América Latina.
Durante la conferencia matutina del lunes, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó sus condolencias por el fallecimiento del autor, destacando la importancia de reconocer la grandeza literaria del autor, independientemente de las diferencias políticas:
«Más allá de las diferencias políticas, siempre hay que reconocer la grandeza de un escritor.»
Vargas Llosa, reconocido por su obra literaria y su activismo político, mantuvo una postura crítica hacia el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO). A lo largo de su vida, el autor experimentó una transformación ideológica, pasando de simpatizar con movimientos de izquierda a posicionarse en la derecha política. Este giro se evidenció en su apoyo a figuras políticas como Keiko Fujimori en Perú y en sus críticas a líderes de izquierda en América Latina.
Su candidatura presidencial en Perú en 1990, bajo una plataforma neoliberal, marcó su incursión directa en la política. Tras su derrota ante Alberto Fujimori, continuó participando activamente en debates políticos, apoyando a figuras de derecha y criticando a gobiernos de izquierda en la región.
Vargas Llosa, galardonado con el Premio Nobel de Literatura en 2010, fue una figura destacada del «Boom» latinoamericano. Sin embargo, su evolución política lo llevó de simpatizar con la izquierda en su juventud a convertirse en un defensor del liberalismo económico y crítico del populismo.
Críticas a la izquierda latinoamericana
Vargas Llosa fue un crítico constante de líderes de izquierda en América Latina. En México, expresó su preocupación por la elección de Andrés Manuel López Obrador, afirmando que su victoria sería un «suicidio democrático» y un «retroceso tremendo para la democracia» . También comparó al presidente mexicano con una «resurrección del PRI», partido que gobernó México durante más de 70 años .
En Perú, apoyó públicamente a Keiko Fujimori en las elecciones presidenciales de 2021, a pesar de las críticas hacia su padre, el expresidente Alberto Fujimori, por violaciones a los derechos humanos. Vargas Llosa justificó su apoyo argumentando que era necesario evitar el ascenso de la izquierda radical.
Relaciones con la élite conservadora
El escritor mantuvo estrechos vínculos con figuras conservadoras en América Latina y España. En México, fue cercano a intelectuales como Enrique Krauze y participó en eventos organizados por la Universidad de Guadalajara. En España, colaboró con el expresidente José María Aznar en la Fundación Internacional para la Libertad, promoviendo ideas liberales y críticas al populismo.