Lula aseguró que el asalto a las sedes de los tres poderes del Estado en Brasilia fue un hecho sin precedentes que será investigado y castigado.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, anunció este domingo una intervención federal en la seguridad pública de Brasilia hasta el 31 de enero.
Lo anterior, luego de que extremistas partidarios del exmandatario, Jair Bolsonaro —con tintes neofascistas— invadieran con violencia las sedes de los tres poderes del Estado en Brasilia.
«Estas personas son todo lo que es abominable en la política, invadir la sede del gobierno, la sede del Congreso y la sede de la Corte Suprema como verdaderos vándalos destruyendo todo a su paso», acusó Lula.
El presidente brasiñeño aseveró que la democracia exige que las personas “respeten las instituciones que se crearon para la democracia».
En ese sentido, comentó que los implicados serán identificados y acreedores de las sanciones correspondientes.
Jornada de caos
Este domingo, simpatizantes de Bolsonaro invadieron el Congreso, el Palacio de Planalto (donde funciona el Poder Ejecutivo) y la sede del Tribunal Supremo en Brasilia.
Los hechos tienen su origen en los comentarios realizados por Bolsonaro previo a su derrota en los comicios del pasado 30 de octubre. El político de extrema derecha propagó la falsa información de que el sistema de voto electrónico de Brasil era propenso al fraude.
Sus afirmaciones provocaron una convulsión por parte de grupos neofascistas que culminó en el asalto del domingo. Imágenes captadas por medios internacionales mostraron a bolsonaristas irrumpiendo en el Tribunal Supremo y el Congreso, donde destrozaron mobiliario.
De acuerdo con medios locales, alrededor de tres mil personas participaron en los disturbios.
