Entre el 2000 y 2008, durante el sexenio de Fox y los primeros dos años del gobierno de Calderón, “El Rey” Zambada coordinaba el tráfico de drogas en el AICM
El Cártel de Sinaloa, una organización criminal que en su momento fue dirigida por Joaquín “El Chapo” Guzmán, controlaba el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) desde el sexenio del panista Vicente Fox Quesada.
En el marco del juicio contra Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública, el narcotraficante Jesús “El Rey” Zambada explicó las distintas formas en que el Cártel de Sinaloa introducía cocaína al AICM.
Como parte de su testimonio, “El Rey” Zambada declaró que entre 2000 y 2008, durante el sexenio de Fox y los primeros dos años del gobierno de Felipe Calderón, él fue el encargado de coordinar dichas operaciones para el cártel y que eran tres las modalidades de introducción de la cocaína.
Tráfico de cocaína
La primera modalidad era a través de maletas en aviones comerciales. Aproximadamente 250 kilos de cocaína se podían transportar de esta forma en un solo vuelo.
Explicó que tenían pagados a “maleteros” en el AICM quienes descargaban el equipaje marcado del avión, para luego pasárselo a policías federales que lo sacaban en las cajuelas de sus patrullas.
Una segunda modalidad era a través de “carga seca” dentro de aviones de carga. En estos se podían transportar de una a cinco toneladas y la droga se sacaba a través de las aduanas.
La tercera modalidad era a través de supuestos “vuelos charter” o privados que generalmente provenían de países de Sudamérica con todas las formalidades y plan de vuelo. Pero en realidad dichos vuelos no transportaban turistas sino cargamentos de cocaína, que eran descargados en un almacén que la policía federal tenía en una sección del AICM.
El narcotraficante hizo hincapié en que el papel que jugaba el gobierno federal fue muy importante para la organización criminal, sobre todo a partir del año 2000, cuando Fox ganó la Presidencia de la República bajo la promesa de “cambiar al país”.
Según Zambada, él personalmente enviaba pagos de 250 mil dólares mensuales a varios comandantes de la Policía Federal cercanos a García Luna para asegurar que estas operaciones continuaran. Entre los supuestos sobornados mencionó a Luis Cardenas Palomino, Facundo Rosas, Ramon Pequeño García y Edgar Bayardo.