Joaquín López-Dóriga fue evidenciado por Clara Brugada, quien lo puso en su lugar luego de que el comunicador afín a la derecha lanzara comentarios machistas y misóginos contra ella
La prensa hegemónica está cada vez más desesperada. En esta ocasión fue Clara Brugada Molina, virtual candidata del oficialismo a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, quien le «quitó la máscara» al periodista y conductor afín a la derecha, Joaquín López-Dóriga.
Y es que durante una entrevista al aire, el comunicador, que durante décadas sirvió a los gobiernos prianistas minimizó la victoria de la política de izquierda en el proceso interno de Movimiento Regeneración Nacional (Morena). López-Dóriga señaló que su actual precandidatura se dio por un criterio de “paridad de género” y no porque ganara la encuesta.
Al respecto, Clara Brugada exhibió su misoginia y puso en evidencia su actitud violenta. Además, le explicó con detalle los criterios por los que fue seleccionada como coordinadora de los Comités de Defensa de la Transformación en la capital.
«Quiero decirte que no caigas en la relatoría de la misoginia del tema que ganamos por género. Hubo dos criterios, encuestas y además paridad de género”, sostuvo.
Además, la morenista agregó que históricamente las mujeres han enfrentado diversas problemáticas en la política por no ser reconocidas. En ese sentido, aseguró que el criterio de paridad impuesto por el Instituto Nacional Electoral (INE), es un acto de “justicia”.
“La paridad de género no es un acto de caballerosidad o que los hombres nos regalen candidaturas. Es un acto de justicia hacia las mujeres”, aseveró.
Una vez que Clara Brugada le respondió, el periodista pidió que no lo llamara “misógino”. Luego, molesto, se justificó diciendo que “estaba hablando de un hecho” y que no se merecía ese calificativo.
Sin embargo, pese a su contestación, López-Dóriga, quien firmó jugosos contratos para enriquecerse en las pasadas administraciones, continuó interrumpiendo a la alcaldesa de Iztapalapa con licencia y llamándola “señora”.
La actitud del periodista fue cuestionada y criticada por la comunidad digital, donde incluso, le han dirigido mensajes para hacerle ver que su discurso sí fue misógino, cargado de violencia política de género y “micromachismos”.